miércoles, 25 de abril de 2018
miércoles, 11 de abril de 2018
LA SABIA RESPUESTA QUE DIO LA HIJA DE BILLY GRAHAM A CONDUCTORA DE TV
La hija de Billy Graham fue entrevistada en uno de los programas mañaneros y Jane Clayson le preguntó “¿Cómo puede permitir Dios que algo como los ataques del 911, la destrucción de las Torres Gemelas, los ataques terroristas, las balaceras en las escuelas, los huracanes, los sismos y los terremotos ocurran?".
Ana Graham con mucha perspicacia le contesto: “ Dios está mas conmovido con todo esto que nosotros mismos , pero como por años le hemos estado pidiendo que salga de nuestras escuelas, que salga de nuestro gobierno y que salga de nuestras vidas, y siendo el un Caballero, poco a poco ha ido dandonos gusto y alejandose de nosotros.
¿Cómo podemos esperar bendición y protección de parte de Dios si le exigimos con cada uno de nuestros actos que se aleje ?
Me parece que todo empezó cuando Madeleine Murray O’Hare (quien mas tarde fue asesinada) se quejó porque no quería la oración en nuestras escuelas... y le dijimos está bien.
Luego, alguien dijo que seria mejor que no se leyera la Biblia en las escuelas... la Biblia dice “no matarás, no robarás, y ama a tu prójimo como a ti mismo”. Y dijimos, está bien.
Tiempo después el Dr. Benjamín Spock dijo que no debemos castigar fisicamente a nuestros hijos cuando se comportaban mal porque sus inocentes personalidades podrían deformarse, afectando su auto estima. (sin embargo, el hijo del Dr. Spock se quitó la vida). Creimos que un doctor de su prestigio sabia lo que estaba hablando, por tanto, apoyamos su consejo.
Ahora nos preguntamos por qué nuestros hijos no tienen conciencia, por qué no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, por qué no les importa matar a desconocidos, a sus compañeros de clase o, a sí mismos. Probablemente, si lo pensamos mejor, podemos suponerlo. Creo que en gran manera se relaciona con el viejo proverbio: “COSECHAMOS LO QUE SEMBRAMOS”.
En el dia a día es comun ver a las personas, ignorar, rechazar, y hasta burlarse de Dios, para luego, cuando viene el mal o la tragedia provocada por ellos mismos, achacarle a él toda la responsabilidad, preguntandose por qué este mundo va camino al infierno.
Es asombroso ver como creemos lo que dicen los medios noticiosos y la prensa, pero cuestionamos lo que nos dice la Biblia.
Es gracioso ver como se diseminan los diferentes tipos de chistes a través de la red cual fuego en el bosque, pero cuando se trata de un mensaje bíblico concerniente a Dios, la gente lo piensa dos veces o más antes de compartirlo.
Es impresionante ver cómo los artículos lascivos, crudos, vulgares y obscenos vuelan como pólvora en los medios cibernéticos, pero la interlocución pública sobre Dios y la Biblia está suprimida tanto en las escuelas como en los lugares de trabajo.
¿Te ríes? Suena cómico, verdad? pero si yo te pido que envíes este mensaje, no se lo enviarás a muchos de los que están en tu listado de direcciones, porque no estás seguro de lo qué ellos creen, o de lo que pensarán de ti por envíarles este mensaje, siendo que es la opinión de Dios por la que debemos preocuparnos al hacer o dejar de hacer algo.
Pasa este mensaje si crees que vale la pena, sino descártalo; nadie sabrá lo que hiciste. Pero, si lo desechas, no te quejes por lo mal que está este mundo.
Dios te bendiga en tu compartir con los demás. ¡NINGUNA NACIÓN O PUEBLO PUEDE SOBREVIVIR O PROGRESAR SIN DIOS!
Debate por la despenalización del aborto: las religiones ante el comienzo de la vida
Una médica católica, otra evangélica, una rabina y una docente musulmana exponen la posición de sus confesiones. Semejanzas y diferencias.
Por Sergio Rubín -Diario Clarín
¿Tienen las religiones históricas una misma posición acerca de cuándo comienza la vida? ¿Se basan en un criterio religioso, moral o científico? ¿Tienen entre sus corrientes internas la misma postura o difieren en matices y hasta en cuestiones centrales? ¿Qué aconsejan para prevenir un embarazo “no deseado”? ¿Qué proponen ante un embarazo “no deseado”? Reunidas por Valores Religiosos, una médica católica y otra evangélica, una rabina y musulmana que enseña cultura islámica respondieron a estos interrogantes que cobran especial vigencia ante el inicio del debate parlamentario sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
“El catolicismo afirma que la concepción de un ser humano se inicia en la fecundación”, dice la doctora Zelmira Bottini de Rey, médica pediatra y vicepresidenta del Instituto para la Familia de la UCA. Agrega que “los adelantos científicos han podido determinar con precisión que la fecundación es el proceso a partir del cual se une el núcleo del óvulo con el del espermatozoide dando lugar a un nuevo ser humano al que se denomina huevo, cigoto o embrión unicelular.En síntesis –redondea-, fecundación y concepción son coincidentes”.
Los evangélicos tienen, centralmente, la misma posición. La doctora Ana María de Parini, médica ginecóloga y obstetra, miembro del departamento de Bioética de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) afirma que “la vida comienza con la concepción, es decir, con la unión del óvulo y el espermatozoide”. Y señala: “el espermatozoide fertiliza y el óvulo concibe”.
En la doctrina judía no hay un único principio, dice la rabina Silvina Chemen, de la Comunidad Bet El. “La gestación del bebé es concebida en diferentes períodos”, señala. Y detalla: “Desde la concepción hasta los 40 días el feto es considerado en el Talmud de Babilonia (el mayor compendio de interpretación rabínica), en el tratado de Ievamot 69B, como agua, maia bealma hi. No tiene siquiera una palabra que lo denomine, es líquido. En otro texto talmúdico, en el tratado de Nida 8h, se determina que una mujer es considerada embarazada desde los tres meses de gestación”.
Finalmente, el Islam “defiende la vida desde su mismísimo inicio”, señala la licenciada Nancy Falcón, docente de Cultura Islámica en la Universidad de San Martín. “Toda vida es sagrada, es un don de Allah y su creación”, dice. Con todo, aclara que “el Corán describe con asombroso detalle las etapas del desarrollo embrionario hasta la formación del feto en el vientre materno, pero no especifica el momento exacto donde se inicia la vida biológica”.
Para el catolicismo, puntualiza Bottini de Rey, el inicio de la vida es “una posición religiosa que está confirmada por las ciencias”. Desde la perspectiva evangélica, Ana María de Parini señala que “la ciencia siempre es coincidente con las Sagradas Escrituras porque fe y ciencia no se contradicen”. Y completa: “Mi posición está fundamentada en la ciencia como médica, en la ética y, más que en lo moral, en los principios de la fe cristiana: el mandamiento universal ‘no matarás’”.
Chemen dice que “los judíos nos basamos en legislaciones que no separan lo religioso de lo ético porque los caminos de la fe y su práctica devienen indefectiblemente en conductas éticas. Teniendo en cuenta -añade- el avance de la ciencia, no podría afirmar que las determinaciones legales judías sean estrictamente científicas”.
Falcón afirma que “en principio, podemos decir que es una posición religiosa, pero que va de la mano de una posición moral y científica. Nada que indique el Sagrado Corán o la tradición profética contradice estos tres aspectos, sino que los enriquece y acompaña”.
Bottini de Rey aclara que en el catolicismo no existen diversas posiciones sobre el inicio de la vida, mientras que la doctora de Parini señala que tampoco en “la mayoría de los evangélicos, sino que sostenemos que debe protegerse la vida del niño por nacer y de la madre que lo lleva en su vientre”. No obstante, acepta que “pueden existir grupos aislados con otra posición al respecto, pero que no representan a la mayoría”.
Chemen explica que en el judaísmo “el tema de la vida, como todos los temas que atañen a lo humano, a lo social, a la fe, al planeta, están en constante discusión y revisión. El pueblo judío ha desarrollado a lo largo del tiempo diferentes movimientos que se nuclean alrededor de ciertas formas de interpretar. La ley judía –precisa- no tiene la característica de nomos absoluto, total y eterno, que responde a una única autoridad suprema”.
Falcón dice que en el Islam “existen diferencias entre las escuelas jurídicas, los distintos referentes o autoridades en cuanto al momento exacto en donde existe vida”. Puntualiza que “hay quienes sostienen incondicionalmente la vida desde la fecundación, otros desde la implantación del óvulo en el vientre materno; diferentes sabios, en el paso del embrión al feto, es decir, aproximadamente a los 40 días. Y finalmente otros, en el momento en que Allah insufla su Ruh o espíritu en el vientre materno a los 120 días”.
Con respecto a la prevención del embarazo no deseado, Bottini de Rey dice, ante todo, que “preferiría hablar de embarazo imprevisto”. Luego, subraya que “la verdadera prevención pasa por la educación. Esta implica que varones y mujeres posean conocimientos precisos sobre su fertilidad, autogobierno frente a sus impulsos y que hayan desarrollado verdadera libertad y responsabilidad ante sus actos”. La doctora de Parini menciona la “educación sexual integral verdadera con valores éticos. Hemos hecho una ley de Educación Sexual junto a la doctora en Psicología Clínica Mabel Borghetti desde el 2004, reformada en 2017, respetando el ciclo evolutivo psicológico sexual de cada niño/niña y adolescente, junto con los aspecto sociales y espirituales”.
Para la rabina Chemen precisamente la problemática del aborto “alerta fuertemente también sobre un sistema que no articula todas las dimensiones de una sociedad para que este tema no nos escandalice”. En ese sentido, menciona “cuestiones de educación sexual integral, posibilidades de estudio, trabajo, inclusión social, garantías jurídicas, que ofrezcan un contexto en donde la dignidad de la vida y el respeto por el prójimo sean una variable valiosa”. Además, dice que “en la tradición judía el tema de la anticoncepción es también variable de acuerdo a las fuentes y sus interpretaciones”. Pero puntualiza que “en líneas generales es aceptado el uso de métodos anticonceptivos (aún cuando no se haya establecido una familia) en los casos en que el embarazo puede ser un peligro para la madre o si se sabe con certeza que el bebé se podría ver afectado por una enfermedad congénita seria o por alguna anormalidad. También se toma en consideración –dice- necesidades psicológicas de la madre y hasta económicas de la familia”.
Por su parte, Falcón afirma que “la educación sexual es bienvenida en toda sociedad y se convierte en una de las mejores formas de prevención”. Pero advierte que la sexualidad “no se debe promover públicamente incitando a la promiscuidad, sino respetándola y quedando reservada al ámbito privado”. Y destaca que “dentro de la concepción islámica, los métodos anticonceptivos no están prohibidos, lo cual los convierte en una importante herramienta de prevención”.
En cuanto a la actitud ante el hecho de un embarazo imprevisto, Bottini de Rey dice que en primer lugar hay que “reconocer las reacciones que suscita (estupor, temor, angustia) tanto en la madre como en el padre para poder manejarlas. Luego habrá que realizar el proceso de aceptación de que un ser humano indefenso e inocente se está desarrollando y que ya, desde el inicio, estableció un vínculo con la madre. Después habrá que analizar cómo afrontar la situación según las posibilidades reales y concretas que se viven. Es un proceso difícil y casi imposible de realizar sin el acompañamiento y sostén de personas idóneas”. Entre los evangélicos, la doctora de Parini cuenta que se ocupan de “detectarlo, contactarse con la madre y la familia si existiera, asistirla con un grupo interdisciplinario de profesionales porque a veces hay otros factores de riesgo agregados como droga, ETS, HIV, pobreza”. Aunque subraya que “no siempre en ámbitos de pobreza extrema se dan los embarazos adolescentes. Y fundamentalmente educación sanitaria y sexual”.
Su turno, Chemen sostiene que “una mujer que queda embarazada y ‘no lo desea’ es un sujeto atravesado por un sinnúmero de circunstancias que la llevan a querer interrumpirlo. Hay que poder acompañar a cada uno de los casos –señala- con el respeto y la responsabilidad que corresponde”. Mientras que, según las diferentes corrientes islámicas, dice Falcón, “si la mujer desea interrumpirlo, las posibilidades para realizarla tienen que ver sólo con situaciones excepcionales tales como: malformaciones graves en el feto, peligro para la vida o la salud mental de la madre, que esta sea discapacitada física o mentalmente que le impidiera criar a su hijo o que haya sido violada y no desea el fruto de esa situación traumática. En todos los otros casos –aclara- está prohibida la interrupción del embarazo”.
¿Tienen las religiones históricas una misma posición acerca de cuándo comienza la vida? ¿Se basan en un criterio religioso, moral o científico? ¿Tienen entre sus corrientes internas la misma postura o difieren en matices y hasta en cuestiones centrales? ¿Qué aconsejan para prevenir un embarazo “no deseado”? ¿Qué proponen ante un embarazo “no deseado”? Reunidas por Valores Religiosos, una médica católica y otra evangélica, una rabina y musulmana que enseña cultura islámica respondieron a estos interrogantes que cobran especial vigencia ante el inicio del debate parlamentario sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
“El catolicismo afirma que la concepción de un ser humano se inicia en la fecundación”, dice la doctora Zelmira Bottini de Rey, médica pediatra y vicepresidenta del Instituto para la Familia de la UCA. Agrega que “los adelantos científicos han podido determinar con precisión que la fecundación es el proceso a partir del cual se une el núcleo del óvulo con el del espermatozoide dando lugar a un nuevo ser humano al que se denomina huevo, cigoto o embrión unicelular.En síntesis –redondea-, fecundación y concepción son coincidentes”.
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En la doctrina judía no hay un único principio, dice la rabina Silvina Chemen, de la Comunidad Bet El. “La gestación del bebé es concebida en diferentes períodos”, señala. Y detalla: “Desde la concepción hasta los 40 días el feto es considerado en el Talmud de Babilonia (el mayor compendio de interpretación rabínica), en el tratado de Ievamot 69B, como agua, maia bealma hi. No tiene siquiera una palabra que lo denomine, es líquido. En otro texto talmúdico, en el tratado de Nida 8h, se determina que una mujer es considerada embarazada desde los tres meses de gestación”.
Finalmente, el Islam “defiende la vida desde su mismísimo inicio”, señala la licenciada Nancy Falcón, docente de Cultura Islámica en la Universidad de San Martín. “Toda vida es sagrada, es un don de Allah y su creación”, dice. Con todo, aclara que “el Corán describe con asombroso detalle las etapas del desarrollo embrionario hasta la formación del feto en el vientre materno, pero no especifica el momento exacto donde se inicia la vida biológica”.
Para el catolicismo, puntualiza Bottini de Rey, el inicio de la vida es “una posición religiosa que está confirmada por las ciencias”. Desde la perspectiva evangélica, Ana María de Parini señala que “la ciencia siempre es coincidente con las Sagradas Escrituras porque fe y ciencia no se contradicen”. Y completa: “Mi posición está fundamentada en la ciencia como médica, en la ética y, más que en lo moral, en los principios de la fe cristiana: el mandamiento universal ‘no matarás’”.
Chemen dice que “los judíos nos basamos en legislaciones que no separan lo religioso de lo ético porque los caminos de la fe y su práctica devienen indefectiblemente en conductas éticas. Teniendo en cuenta -añade- el avance de la ciencia, no podría afirmar que las determinaciones legales judías sean estrictamente científicas”.
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Falcón afirma que “en principio, podemos decir que es una posición religiosa, pero que va de la mano de una posición moral y científica. Nada que indique el Sagrado Corán o la tradición profética contradice estos tres aspectos, sino que los enriquece y acompaña”.
Bottini de Rey aclara que en el catolicismo no existen diversas posiciones sobre el inicio de la vida, mientras que la doctora de Parini señala que tampoco en “la mayoría de los evangélicos, sino que sostenemos que debe protegerse la vida del niño por nacer y de la madre que lo lleva en su vientre”. No obstante, acepta que “pueden existir grupos aislados con otra posición al respecto, pero que no representan a la mayoría”.
Chemen explica que en el judaísmo “el tema de la vida, como todos los temas que atañen a lo humano, a lo social, a la fe, al planeta, están en constante discusión y revisión. El pueblo judío ha desarrollado a lo largo del tiempo diferentes movimientos que se nuclean alrededor de ciertas formas de interpretar. La ley judía –precisa- no tiene la característica de nomos absoluto, total y eterno, que responde a una única autoridad suprema”.
Falcón dice que en el Islam “existen diferencias entre las escuelas jurídicas, los distintos referentes o autoridades en cuanto al momento exacto en donde existe vida”. Puntualiza que “hay quienes sostienen incondicionalmente la vida desde la fecundación, otros desde la implantación del óvulo en el vientre materno; diferentes sabios, en el paso del embrión al feto, es decir, aproximadamente a los 40 días. Y finalmente otros, en el momento en que Allah insufla su Ruh o espíritu en el vientre materno a los 120 días”.
Con respecto a la prevención del embarazo no deseado, Bottini de Rey dice, ante todo, que “preferiría hablar de embarazo imprevisto”. Luego, subraya que “la verdadera prevención pasa por la educación. Esta implica que varones y mujeres posean conocimientos precisos sobre su fertilidad, autogobierno frente a sus impulsos y que hayan desarrollado verdadera libertad y responsabilidad ante sus actos”. La doctora de Parini menciona la “educación sexual integral verdadera con valores éticos. Hemos hecho una ley de Educación Sexual junto a la doctora en Psicología Clínica Mabel Borghetti desde el 2004, reformada en 2017, respetando el ciclo evolutivo psicológico sexual de cada niño/niña y adolescente, junto con los aspecto sociales y espirituales”.
Para la rabina Chemen precisamente la problemática del aborto “alerta fuertemente también sobre un sistema que no articula todas las dimensiones de una sociedad para que este tema no nos escandalice”. En ese sentido, menciona “cuestiones de educación sexual integral, posibilidades de estudio, trabajo, inclusión social, garantías jurídicas, que ofrezcan un contexto en donde la dignidad de la vida y el respeto por el prójimo sean una variable valiosa”. Además, dice que “en la tradición judía el tema de la anticoncepción es también variable de acuerdo a las fuentes y sus interpretaciones”. Pero puntualiza que “en líneas generales es aceptado el uso de métodos anticonceptivos (aún cuando no se haya establecido una familia) en los casos en que el embarazo puede ser un peligro para la madre o si se sabe con certeza que el bebé se podría ver afectado por una enfermedad congénita seria o por alguna anormalidad. También se toma en consideración –dice- necesidades psicológicas de la madre y hasta económicas de la familia”.
Por su parte, Falcón afirma que “la educación sexual es bienvenida en toda sociedad y se convierte en una de las mejores formas de prevención”. Pero advierte que la sexualidad “no se debe promover públicamente incitando a la promiscuidad, sino respetándola y quedando reservada al ámbito privado”. Y destaca que “dentro de la concepción islámica, los métodos anticonceptivos no están prohibidos, lo cual los convierte en una importante herramienta de prevención”.
En cuanto a la actitud ante el hecho de un embarazo imprevisto, Bottini de Rey dice que en primer lugar hay que “reconocer las reacciones que suscita (estupor, temor, angustia) tanto en la madre como en el padre para poder manejarlas. Luego habrá que realizar el proceso de aceptación de que un ser humano indefenso e inocente se está desarrollando y que ya, desde el inicio, estableció un vínculo con la madre. Después habrá que analizar cómo afrontar la situación según las posibilidades reales y concretas que se viven. Es un proceso difícil y casi imposible de realizar sin el acompañamiento y sostén de personas idóneas”. Entre los evangélicos, la doctora de Parini cuenta que se ocupan de “detectarlo, contactarse con la madre y la familia si existiera, asistirla con un grupo interdisciplinario de profesionales porque a veces hay otros factores de riesgo agregados como droga, ETS, HIV, pobreza”. Aunque subraya que “no siempre en ámbitos de pobreza extrema se dan los embarazos adolescentes. Y fundamentalmente educación sanitaria y sexual”.
Su turno, Chemen sostiene que “una mujer que queda embarazada y ‘no lo desea’ es un sujeto atravesado por un sinnúmero de circunstancias que la llevan a querer interrumpirlo. Hay que poder acompañar a cada uno de los casos –señala- con el respeto y la responsabilidad que corresponde”. Mientras que, según las diferentes corrientes islámicas, dice Falcón, “si la mujer desea interrumpirlo, las posibilidades para realizarla tienen que ver sólo con situaciones excepcionales tales como: malformaciones graves en el feto, peligro para la vida o la salud mental de la madre, que esta sea discapacitada física o mentalmente que le impidiera criar a su hijo o que haya sido violada y no desea el fruto de esa situación traumática. En todos los otros casos –aclara- está prohibida la interrupción del embarazo”.
Valores religiosos
Debate por la despenalización del aborto: las religiones ante el comienzo de la vida
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El aborto y la mirada de las diferentes religiones.
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“El catolicismo afirma que la concepción de un ser humano se inicia en la fecundación”, dice la doctora Zelmira Bottini de Rey, médica pediatra y vicepresidenta del Instituto para la Familia de la UCA. Agrega que “los adelantos científicos han podido determinar con precisión que la fecundación es el proceso a partir del cual se une el núcleo del óvulo con el del espermatozoide dando lugar a un nuevo ser humano al que se denomina huevo, cigoto o embrión unicelular.En síntesis –redondea-, fecundación y concepción son coincidentes”.
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Los evangélicos tienen, centralmente, la misma posición. La doctora Ana María de Parini, médica ginecóloga y obstetra, miembro del departamento de Bioética de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) afirma que “la vida comienza con la concepción, es decir, con la unión del óvulo y el espermatozoide”. Y señala: “el espermatozoide fertiliza y el óvulo concibe”.
En la doctrina judía no hay un único principio, dice la rabina Silvina Chemen, de la Comunidad Bet El. “La gestación del bebé es concebida en diferentes períodos”, señala. Y detalla: “Desde la concepción hasta los 40 días el feto es considerado en el Talmud de Babilonia (el mayor compendio de interpretación rabínica), en el tratado de Ievamot 69B, como agua, maia bealma hi. No tiene siquiera una palabra que lo denomine, es líquido. En otro texto talmúdico, en el tratado de Nida 8h, se determina que una mujer es considerada embarazada desde los tres meses de gestación”.
Finalmente, el Islam “defiende la vida desde su mismísimo inicio”, señala la licenciada Nancy Falcón, docente de Cultura Islámica en la Universidad de San Martín. “Toda vida es sagrada, es un don de Allah y su creación”, dice. Con todo, aclara que “el Corán describe con asombroso detalle las etapas del desarrollo embrionario hasta la formación del feto en el vientre materno, pero no especifica el momento exacto donde se inicia la vida biológica”.
Para el catolicismo, puntualiza Bottini de Rey, el inicio de la vida es “una posición religiosa que está confirmada por las ciencias”. Desde la perspectiva evangélica, Ana María de Parini señala que “la ciencia siempre es coincidente con las Sagradas Escrituras porque fe y ciencia no se contradicen”. Y completa: “Mi posición está fundamentada en la ciencia como médica, en la ética y, más que en lo moral, en los principios de la fe cristiana: el mandamiento universal ‘no matarás’”.
Chemen dice que “los judíos nos basamos en legislaciones que no separan lo religioso de lo ético porque los caminos de la fe y su práctica devienen indefectiblemente en conductas éticas. Teniendo en cuenta -añade- el avance de la ciencia, no podría afirmar que las determinaciones legales judías sean estrictamente científicas”.
Mirá también
En fotos: marchas y debate sobre el aborto
Falcón afirma que “en principio, podemos decir que es una posición religiosa, pero que va de la mano de una posición moral y científica. Nada que indique el Sagrado Corán o la tradición profética contradice estos tres aspectos, sino que los enriquece y acompaña”.
Bottini de Rey aclara que en el catolicismo no existen diversas posiciones sobre el inicio de la vida, mientras que la doctora de Parini señala que tampoco en “la mayoría de los evangélicos, sino que sostenemos que debe protegerse la vida del niño por nacer y de la madre que lo lleva en su vientre”. No obstante, acepta que “pueden existir grupos aislados con otra posición al respecto, pero que no representan a la mayoría”.
Chemen explica que en el judaísmo “el tema de la vida, como todos los temas que atañen a lo humano, a lo social, a la fe, al planeta, están en constante discusión y revisión. El pueblo judío ha desarrollado a lo largo del tiempo diferentes movimientos que se nuclean alrededor de ciertas formas de interpretar. La ley judía –precisa- no tiene la característica de nomos absoluto, total y eterno, que responde a una única autoridad suprema”.
Falcón dice que en el Islam “existen diferencias entre las escuelas jurídicas, los distintos referentes o autoridades en cuanto al momento exacto en donde existe vida”. Puntualiza que “hay quienes sostienen incondicionalmente la vida desde la fecundación, otros desde la implantación del óvulo en el vientre materno; diferentes sabios, en el paso del embrión al feto, es decir, aproximadamente a los 40 días. Y finalmente otros, en el momento en que Allah insufla su Ruh o espíritu en el vientre materno a los 120 días”.
Con respecto a la prevención del embarazo no deseado, Bottini de Rey dice, ante todo, que “preferiría hablar de embarazo imprevisto”. Luego, subraya que “la verdadera prevención pasa por la educación. Esta implica que varones y mujeres posean conocimientos precisos sobre su fertilidad, autogobierno frente a sus impulsos y que hayan desarrollado verdadera libertad y responsabilidad ante sus actos”. La doctora de Parini menciona la “educación sexual integral verdadera con valores éticos. Hemos hecho una ley de Educación Sexual junto a la doctora en Psicología Clínica Mabel Borghetti desde el 2004, reformada en 2017, respetando el ciclo evolutivo psicológico sexual de cada niño/niña y adolescente, junto con los aspecto sociales y espirituales”.
Para la rabina Chemen precisamente la problemática del aborto “alerta fuertemente también sobre un sistema que no articula todas las dimensiones de una sociedad para que este tema no nos escandalice”. En ese sentido, menciona “cuestiones de educación sexual integral, posibilidades de estudio, trabajo, inclusión social, garantías jurídicas, que ofrezcan un contexto en donde la dignidad de la vida y el respeto por el prójimo sean una variable valiosa”. Además, dice que “en la tradición judía el tema de la anticoncepción es también variable de acuerdo a las fuentes y sus interpretaciones”. Pero puntualiza que “en líneas generales es aceptado el uso de métodos anticonceptivos (aún cuando no se haya establecido una familia) en los casos en que el embarazo puede ser un peligro para la madre o si se sabe con certeza que el bebé se podría ver afectado por una enfermedad congénita seria o por alguna anormalidad. También se toma en consideración –dice- necesidades psicológicas de la madre y hasta económicas de la familia”.
Por su parte, Falcón afirma que “la educación sexual es bienvenida en toda sociedad y se convierte en una de las mejores formas de prevención”. Pero advierte que la sexualidad “no se debe promover públicamente incitando a la promiscuidad, sino respetándola y quedando reservada al ámbito privado”. Y destaca que “dentro de la concepción islámica, los métodos anticonceptivos no están prohibidos, lo cual los convierte en una importante herramienta de prevención”.
En cuanto a la actitud ante el hecho de un embarazo imprevisto, Bottini de Rey dice que en primer lugar hay que “reconocer las reacciones que suscita (estupor, temor, angustia) tanto en la madre como en el padre para poder manejarlas. Luego habrá que realizar el proceso de aceptación de que un ser humano indefenso e inocente se está desarrollando y que ya, desde el inicio, estableció un vínculo con la madre. Después habrá que analizar cómo afrontar la situación según las posibilidades reales y concretas que se viven. Es un proceso difícil y casi imposible de realizar sin el acompañamiento y sostén de personas idóneas”. Entre los evangélicos, la doctora de Parini cuenta que se ocupan de “detectarlo, contactarse con la madre y la familia si existiera, asistirla con un grupo interdisciplinario de profesionales porque a veces hay otros factores de riesgo agregados como droga, ETS, HIV, pobreza”. Aunque subraya que “no siempre en ámbitos de pobreza extrema se dan los embarazos adolescentes. Y fundamentalmente educación sanitaria y sexual”.
Su turno, Chemen sostiene que “una mujer que queda embarazada y ‘no lo desea’ es un sujeto atravesado por un sinnúmero de circunstancias que la llevan a querer interrumpirlo. Hay que poder acompañar a cada uno de los casos –señala- con el respeto y la responsabilidad que corresponde”. Mientras que, según las diferentes corrientes islámicas, dice Falcón, “si la mujer desea interrumpirlo, las posibilidades para realizarla tienen que ver sólo con situaciones excepcionales tales como: malformaciones graves en el feto, peligro para la vida o la salud mental de la madre, que esta sea discapacitada física o mentalmente que le impidiera criar a su hijo o que haya sido violada y no desea el fruto de esa situación traumática. En todos los otros casos –aclara- está prohibida la interrupción del embarazo”.
jueves, 5 de abril de 2018


Ayer se cumplieron 50 años del asesinato de Martín Luther King Jr. en la ciudad de Memphis, Tennesse, Estados Unidos.
1968 - 4 Abril - 2018
Extracto del discurso del pastor bautista Martin Luther King Jr hablando de su propia muerte.
“Esta mañana puedes estar a su mano derecha o a su mano izquierda si sirves. Es la única manera de entrar. Supongo que cada tanto todos pensamos de manera realista en ese día en que seremos víctimas de aquello que es el común denominador final de la vida: eso que llamamos “muerte”. Todos pensamos en ello. Y cada tanto pienso en mi propia muerte y pienso en mi propio funeral. Y no lo pienso en un sentido morboso. Y cada tanto me pregunto: “¿Qué es lo que me gustaría que se diga?” Y dejo esta palabra con ustedes en esta mañana. Si alguno de ustedes está presente cuando me llegue ese día, no quiero un velorio largo. Y si le piden a alguien que de el discurso fúnebre, pídanle que no hable demasiado. Y cada tanto pienso qué es lo que me gustaría que se diga.
Pídanle que no mencione que recibí un Premio Nobel de la Paz; eso no es importante. Pídanle que no mencione que tengo trescientas o cuatrocientas condecoraciones; eso no es importante. Pídanle que no mencione dónde estudié. Me gustaría que alguien mencione ese día que Martin Luther King, Jr., trató de dar su vida para servir a otros.
Me gustaría que alguien diga ese día que Martin Luther King, Jr., trató de amar a alguien. Me gustaría que diga ese día que traté de no equivocarme en el tema de la guerra. Me gustaría que puedan decir ese día que realmente traté de dar de comer al hambriento. Y me gustaría que puedan decir ese día que en mi vida realmente traté de vestir al desnudo.
Quiero que digan ese día que en mi vida realmente traté de visitar a los que estaban en prisión. Quiero que digan que traté de amar y servir a la humanidad.
Sí, si desean decir que fui el tambor mayor, digan que toqué el tambor de la justicia. Digan que toqué el tambor de la paz. Toqué el tambor de la rectitud. Y todas las cosas superfluas no importarán.
No tendré dinero para dejar. No tendré las cosas finas y lujosas de la vida para dejar. Solo quiero dejar una vida comprometida. Eso es todo lo que quiero decir. Si puedo ayudar a alguien al pasar, Si puedo alegrar a alguien con una palabra o una canción, Si puedo indicarle a alguien que está yendo por mal camino, Entonces mi vida no habrá sido en vano. Si puedo cumplir con mi obligación como debe un cristiano, Si puedo traer salvación al mundo que un día fue creado, Si puedo difundir el mensaje como el maestro enseñó, Entonces mi vida no habrá sido en vano.
Sí, Jesús, quiero estar a tu derecha o a tu izquierda. No por razones egoístas. Quiero estar a tu derecha o a tu izquierda, no en términos de un reino o una ambición política. Sólo quiero estar allí en amor, en justicia, en verdad y en compromiso con los demás, para que podamos hacer de este viejo mundo un mundo nuevo.”
En el funeral de Martin Luther King Jr, para cumplir un deseo que él tenía en vida, su amiga Mahalia Jackson, poseedora de un contralto notable cantó su himno favorito "Take my hand, Precious Lord". Me permití realizar una traducción libre del mismo que les adjunto a continuación. Como podrán apreciar esta letra será de ayuda para todos nosotros quienes tarde o temprano la haremos nuestra.
“Precious Lord, Take my hand”
Letter & music by Thomas A. Dorsey
Precious Lord, take my hand
Lead me on, let me stand
I'm tired, I'm weak, I'm lone
Through the storm, through the night
Lead me on to the light
Take my hand precious Lord, lead me home.
When my way grows drear, precious Lord linger near
When my light is almost gone
Hear my cry, hear my call
Hold my hand lest I fall
Take my hand precious Lord, lead me home.
When the darkness appears and the night draws near
And the day is past and gone
At the river I stand
Guide my feet, hold my hand
Take my hand precious Lord, lead me home.
Precious Lord, take my hand
Lead me on, let me stand
I'm tired, I'm weak, I'm lone
Through the storm, through the night
Lead me on to the light
Take my hand precious Lord, lead me home (lead me home)
“Toma mi mano, Querido Señor”
Letra y música: Thomas A. Dorsey - Traducción libre: HEE
Toma mi mano, querido Señor
Guíame, permíteme ponerme de pie.
Estoy cansado, débil y solo.
A través de la tormenta y de la noche
Guíame a la luz.
Toma mi mano querido Señor, llévame al hogar.
Cuando mi camino se torne triste, querido Señor permanece a mi lado.
Cuando mi luz esté a punto de apagarse
Escúchame llorar, escucha que te llamo.
Mantén mi mano para que no caiga.
Toma mi mano querido Señor, llévame al hogar.
Cuando aparezca la oscuridad y la noche esté cerca,
El día haya pasado y se haya ido
En el río estaré de pie.
Guía mis pasos, toma mi mano.
Toma mi mano querido Señor, llévame al hogar.
Querido Señor, toma mi mano
Guíame, permíteme ponerme de pie
Estoy cansado, débil y solo.
A través de la tormenta y de la noche
Guíame a la luz.
Toma mi mano querido Señor, llévame al hogar (llévame al hogar)
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